Gentleman Jim

Pues éste es el último libro que nos quedaba por resumir de nuestra fecunda sesión del pasado sábado 11 de diciembre. Un cómic que nos cuenta la historia conmovedora y un poco triste de la vida de Jim Bloggs, un limpiador de aseos que sueña con cambiar de vida; pero todos sus planes se van al traste ante la rigidez de las normas sociales.

Jim y su querida esposa Hilda son dos personajes tiernos, inocentes, vulnerables que se  estrellan con el mundo. Un cómic hermoso y sensible con una crítica rotunda a esta sociedad tan jerarquizada. Lee la crítica de La cárcel de papel

Y surgió un debate muy interesante con esta obra maestra del cómic.

A mi hija de 14 años y a mí nos gustó mucho; por momentos me acordaba de Don Quijote. Nos reíamos y a la vez nos daba pena. La mujer no es como Sancho Panza, le anima, le apoya, es todavía más ingenua que el propio protagonista.

La pregunta que nos planteabais sobre si conocíamos a alguien así pues yo no conozco a nadie tan ingenuo. La ignorancia de la pareja es tan fuerte, resulta excesiva.

Una historia terriblemente pesimista ¡Estate quietecito donde estás, no molestes! Yo creo que las cosas no son así ¡Hay derecho a soñar! Yo conozco a gente que no está contenta con su trabajo y sueña con otra cosa pero no llega a materializar nada. ¡Es dificil perseguir tu sueño, suponiendo que lo tengas!

A mi hijo de 16 años y a mí nos gustó mucho. Creo que el tema está muy vivo:  ¿Hay que conformarse con lo que tienes o luchar por conseguir algo mejor?

Hace crítica social pero no aporta soluciones, es desesperanzador. Me dejó un sentimiento de amargura y encima con esa letra tan pequeñita que casi hay que leerlo con lupa; cuando las letras están impresas sobre fondos oscuros son casi ilegibles.

El enfoque del autor no me gusta, yo no le veo nada gracioso. No me gusta, me dejó mal sabor de boca. No refleja el paso a paso de una superación sino un salto al vacío, por eso fracasa.

Y así podríamos hacer seguido otra hora pero tuvimos que cortar. A nosotras nos gusta mucho este autor cuya obra más famosa para niños es El muñeco de nieve, un álbum sin palabras que se ha convertido en un clásico. Pero también nos gustan sus cómics mordaces y sin embargo llenos de humanidad.

Recomendamos también otro que encontraréis en dvd en la Biblioteca: Cuando el viento sopla. Los portagonistas son también Jim y Hilda. Un vídeo excelente para verlo con nuestro hijos adolescentes y también para pasar la película y comentarla en el Instituto.

Raymond Briggs es de origen muy humilde:

El hecho de que mi padre fuera lechero me ayudó para Father Christmas, ya que me pude hacer a la idea de las condiciones laborales de la gente que se dedica a repartir: un trabajo muy desagradecido, con un frío de muerte y muchas horas a solas, un trabajo con el que cualquiera se volvería algo cascarrabias.

Pero afortunadamente el sentido del humor con el que consigue impregnar todas sus obras, un humor adulto (nada de gimoteos), un humor sarcástico, es lo que nos salva de la desesperanza. Acabamos con estas deliciosas palabras del autor:

Una vez, en un hospital, llevaba mucho tiempo esperando a alguien, tanto que empecé a aburrirme y a mirar a la gente. Es increíble la gente. En la mesa de recepción había una mujer increíblemente pequeña y, de repente, apareció detrás de ella un hombre enorme, mediría dos metros, muy ancho de hombros y a pesar de su tamaño, se las había arreglado para ponerse una chaqueta que le venía grande. Éste es el tipo de cosa que me dispara las ganas de dibujar en el acto.

Palabras de Raymond Briggs recogidas en: Magic pencil: Children’ s book illustration today/Selected by Quentin Blake. The British Council, 2002 (Página 23)