Con su primer cómic, el murciano Mariano Pardo (1993) ganó el Premio Injuve a la Creación Joven en 2018. Y ahora Astiberri lo publica en formato grande, apaisado y viñetas en cuadrícula rígida. El dibujo es de trazo sencillo tirando a feísta con un aspecto muy pop.
Surgió como un ejercicio que nos propusieron en clase. Debíamos contar una historia basada en una noticia real, pero yo me inventé una historia a partir de unas declaraciones de la banda en las que invitaban a la gente a sumarse al proyecto, como se ve en el cómic. Siempre me han gustado las Pussy Riot, seguí de cerca el fenómeno en su momento y me parecía divertida la idea de que alguien les tomase el relevo, pero que se moviese motivado por otras razones.
Las Pussy Riot son una banda rusa de punk-rock formada por cuatro chicas. Provocadoras, subversivas e insumisas, defensoras de la libertad artística, de pensamiento y de expresión. Encabezaron un movimiento en contra de la campaña electoral de Putin y en 2013 tres de sus componentes fueron detenidas y condenadas a dos años de cárcel. Después han sido detenidas numerosas veces.
Becky es el personaje principal del cómic. Una adolescente solitaria y muy perdida emocionalmente. Gorda, feucha y con la cara llena de granos. En el instituto las cosas no le van bien: no aprueba ni una, sufre acoso y en su casa el panorama es desolador. Parece no encajar en ningún sitio y tiene la sensación de no poder hacer nada sin fracasar. Pero a pesar de todo, Becky evoluciona a lo largo del cómic, su madre se empodera y la apoya y van saliendo adelante. Los personajes son complejos y van evolucionando a lo largo de la historia, empatizas con Becky desde el principio. Y es que a pesar del drama Mariano Pardo consigue salpicar la historia con humor negro e ironía y todo contado con mucha sensibilidad y verdad.
El rosa, casi salmón, es el color que destaca en todo el cómic, en los fondos fuera de viñetas y en las páginas informativas y de cortesía. El ritmo de la narración está muy conseguido, todo fluye con naturalidad y de manera lineal. Se lee con agrado y engancha, una vez que empiezas, no lo sueltas. Imprescindible para la biblioteca del instituto. Nos ha encantado y como nos gusta decir a nosotras, es un 20 como una casa. ¡No os lo perdais! ¡Felicidades a Mariano Pardo! Hemos leído que quizá continúe dibujando a Becky ya en su vida adulta. Nosotras le animamos, es un personaje lleno de matices.