Delphine De Vigan menciona en su novela Basada en hechos reales cuentos de Philippe Corentin y de Geoffroy de Pennart. Para niñas y niños de 4 a 8 años.
Estamos leyendo estos días novelas de la escritora francesa Delphine De Vigan. La primera, Las lealtades, nos gustó tanto que la incluimos en nuestra lista de Candidatos 20 de 2021. Y, seguimos leyendo el resto de sus obras, traducidas casi todas al español. Nada se opone a la noche fue su consagración como escritora y recibió premios en toda Europa. Una de esas historias duras de la que no sales indemne. Pues bien, su última novela, Basada en hechos reales, nos ha gustado también mucho y la recomendamos sin reservas. Pero, lo que queremos resaltar en esta entrada es la alusión que hace en la citada novela a los cuentos que leía a sus hijos cada noche en voz alta. Cita por ejemplo a Philippe Corentin, un autor que nos encanta.
Clica en la imagen para leer cómo De Vigan rememora esos momentos en que leía a sus hijos en voz alta. Foto de su libro Basada en hechos reales (Anagrama, 2016)
No es frecuente que un escritor o escritora citen cuentos en una de sus novelas, y como además son cuentos traducidos al español hemos querido compartirlo. Todos tienen mucho sentido del humor. Ahora que empiezan a abrir las bibliotecas sacad todo lo que encontréis de Philippe Corentin y de Geoffroy de Pennart. Y para adultos los de De Vigan. Días sin hambre relata su experiencia con la anorexia. Y para acabar otro libro que hemos descubierto gracias a ella y que quizá ya conocéis es Caribou Island de David Vann. Otro autor del que no sales indemne y del que os recomendamos todo lo que encontréis.
Novelas en español de Delphine De Vigan. Las lealtades es Candidata a 20 de este año.
Seguimos comentando nuestra sesión del pasado 9 de enero en nuestro Club de lectura Todo el mundo va. Algunas madres confesaron haber abandonado la lectura de la novela ante la crudeza del relato. Es tan triste… Sin embargo, a varias les había conmocionado y traían un montón de impresiones escritas, así que mantuvimos un apasionante debate.
1. Los personajes tras el reciente holocausto nuclear están desprovistos de todo (apenas un carrito con algunos enseres) por no tener no tienen ni nombre: el hombre, el chico.
2. Cormac McCarthy no nos describe cómo ocurrió esta hecatombe sino que a través de los diálogos y situaciones, los lectores, vamos reconstruyendo lo ocurrido, completando el puzle. Mantiene así un cierto desasosiego que nos obliga a seguir leyendo este aterrador relato que nos arrastra a lugares a los que no estamos seguros de querer ir.
3. El libro está muy bien documentado y describe acciones muy físicas, muy manuales: reutilizar cosas con la ayuda de herramientas, buscar la forma de alimentarse cada día, la manera de protegerse del frío, la lluvia, la nieve; la cosa es subsistir, seguir adelante.
4. La novela no está estructurada en capítulos sino en párrafos, unos largos y otros breves, salpicados de diálogos entre padre e hijo. Una madre nos leyó la opinión de su hijo de 16 años: He ido leyendo la novela a ratos, a veces sólo un párrafo porque tenía que estudiar, pero luego la cogía de nuevo y me tenía enganchado; en cambio otras novelas tienes que leer un buen rato seguido para saber de qué va y enterarte de la historia. Me ha gustado eso, que tenga párrafos cortos. Nunca había leído una novela así. Me ha gustado.
5. La puntuación es peculiar, muchos puntos, frases cortas, casi poemas en prosa: No había nada. El viento agitando los helechos muertos junto a la carretera. Un crujido en la distancia. Puerta o persiana (Pág. 82)
6. El lenguaje utilizado por McCarthy es exultante, duro, solo superado por su imaginación infernal. Apenas utiliza adjetivos y cuando los usa están sucios: Le lavó el pelo apegotado y sucio y lo enjabonó con las esponjas. Vació el agua ya asquerosa… ..hundió los apestosos vaqueros (Pag. 111)
7. No nos parece una novela más de ciencia-ficción, a pesar de que el punto de partida es un hecho ya trillado en otras novelas del género, aquí es solo un telón de fondo; Cormac describe con especial delicadeza la relación padre e hijo y es el personaje del niño el que con su ingenua pregunta recurrente, nos habla de la necesidad de mantener nuestros valores, nuestros principios, pase lo que pase: ¿Nosotros somos los buenos verdad papá?
El padre ha de robar e incluso matar para poder subsistir, para salvar a su hijo y el niño pregunta de nuevo: pero… ¿nosotros somos los buenos verdad papá?
8. El miedo a morir, frecuente en anteriores novelas de McCarthy, aquí está superado por el temor de sobrevivir; se alude al suicidio de la madre y el padre da a entender varias veces que la única razón de seguir adelante es salvar a su hijo, su vida le importa poco.
9. LLegado a este punto, yo lector me pregunto ¿sería capaz de hacer lo mismo? ¿Encontraría yo estrategias para sobrevivir en estas circustancias? ¿Me rendiría?
– Párrafos que nos parecen especialmente desgarradores: …Echaron a andar por el asfalto bajo una luz gris plomo, arrastrando los pies por la ceniza, cada cual el mundo entero para el otro. (Página 11)
..Hizo unos hoyos en la arena para acomodar las caderas y los hombros del chico para que se acostara y se sentó abrazándolo. Evoca las formas. Cuando no tengas nada más inventa ceremonias e infúndeles vida» (Pág. 59)
– El libro engancha al lector y lo domina, y cuando lo tiene atrapado lo sacude con una descarga de violencia y de ternura al mismo tiempo. / Esta historia es digna de llevarse al cine por algún maestro como Howard Hawks si aún viviera; no podemos opinar sobre la realización de John Hillcoat porque todavía no se ha estrenado en Logroño.
– Una vez acabada su lectura, te sigue socavando la mente, te sigue allá donde vayas…Ya nada volverá a ser igual…
Algunas personas comentaron que iban a retomar la lectura porque querían opinar sobre la novela, el debate les había provocado las ganas de leerla; además, se ha editado en formato bolsillo por lo que se encuentra fácilmente y a precio muy asequible en cualquier librería. Una obra que no dejó indiferente a nadie, un libro perturbador.
Este frío y nevado sábado 9 de enero a las 11 horas en el Ateneo tendrá lugar la primera sesión de 2010 de nuestro Club de lectura Todo el mundo va. Hablaremos de la novela La carretera de Cormac McCarthy. Luego Cristina López nos contará cómo lee ella con su hija de dos años y medios Uno, dos, tres ¿Qué ves? de Nadia Budde.
Lo leo con mi hija de dos años y medio, a fuerza de repetirlo ella se lo ha aprendido y cuando leo ella siempre acaba la frase.
– Yo digo: lobo grande, lobo mediano, lobo chiquito …
— y mi hija contesta: CERDITOO
– Yo continúo: ratón con sombrero, ratón con careta, ratón con lengua de trapo…
— y ella contesta: GATO
Y así sucesivamente…
Es un álbum con las hojas de cartón que aguanta muy bien sus pequeñas manos. ¡Nos encanta a las dos! Creo que también daría juego en clase para hablar de la diversidad porque los dibujos son estrafalarios, cómicos: parece decirnos ¡Todos cabemos! miopes, orejudos, dentones, pecosos, etc.