Lucas ahora se llama Simón

Este inocente perro creado por Chris Haughton (Irlanda, 1978) es uno de nuestros cuentos favoritos. En inglés se llama Georges, y en español lo publicó en 2014 la editorial Milrazones con el nombre de Lucas. Tuvo mucho éxito. El caso es que se agotó y ahora reaparece en el mercado de la mano de la editorial Nubeocho que le ha cambiado el título al álbum y el nombre al perro. Nuestro querido Lucas ahora se llama Simón. Este nuevo título, Voy a portarme muy bien, nos parece menos sutil y juguetón. En cualquier caso, lo importante es que el álbum está disponible y puede comprarse. Haughton es también autor de otros éxitos como ¡Shhh! Tenemos un plan y Un poco perdido que ya fue 20 en 2015.

  • ¿Por qué nos gusta tanto?

Una de las mejores cosas de un buen álbum es la conversación que puede generar con niños y también con adultos. Para eso no es necesario que el libro sea serio, pesado o que nos sermonee. Este álbum es un ejemplo de libro divertido, envuelto en una historia sencilla sobre un perro y su capacidad de resistir a las tentaciones y los impulsos. Una historia contada con humor un poco perverso y que el autor cierra con un final muy jugoso que es lo que mantiene la conversación mucho después de acabar de leer el álbum. Porque ¿quién no ha caído alguna vez en la tentación aún sabiendo que no es bueno para nosotros? Nadie es perfecto, ni siquiera aquellas personas que creen que lo son.

  • A propósito de las ilustraciones

Las ilustraciones digitales son muy personales y con mucha fuerza. Formas estilizadas, fondos mínimos, personajes extravagantes y atrevidos, con ojos enormes. Utiliza una gama de colores muy particular y limitada. Colores muy cálidos contrastados con muy fríos, alternando figuras recortadas sobre fondo blanco con ilustraciones de página completa o doble página. Reconozco que las ilustraciones te gustan mucho o te producen rechazo. A nosotras nos encantan. Además de que hemos comprobado que el álbum funciona con los niños muy bien, les ofrece algo distinto, bastante alejado de lo que están acostumbrados a ver y eso es un valor muy importante. No paséis por alto la ilustración de la contraportada, que dice mucho.

  • ¿Para quién es este álbum?

Haced un hueco en la estantería de vuestra chiquilla o chiquillo para este álbum y en la de los colegios, por supuesto. Y para regalar es magnífico. Se convertirá en uno de vuestros preferidos. Desde los 3 años hasta los 99 porque ¿quién puede resistirse a una tarta? ¡Hasta luego Lucas! digo Simón.

Jon Klassen, ilustrador de texturas

Libros de Jon Klassen que hemos manejado en la sesión del sábado 7 de marzo de 2020. Ateneo riojano. Club de lectura Todo el mundo va. Monográfico dedicado a Jon Klassen.

Jon Klassen, autor de álbumes como Este no es mi bombín o Yo quiero mi gorro, ha sido el protagonista de nuestra sesión del club de lectura Todo el mundo va del sábado 8 de marzo. Estos dos álbumes le han dado fama internacional pero ha publicado muchos más, algunos con Mac Barnett. De hecho el que acabamos de elegir 20 de este año está firmado por los dos: El lobo, el pato y el ratón (Juventud, 2018).

Empezamos explicando algunas características que lo diferencian de otros ilustradores, una vez reparas en ellas, ya distingues sus álbumes en cualquier parte.

  1. El uso del color. Utiliza tonos pardos, grises, verdes; incluso el blanco no es un blanco cualquiera, es un blanco especial y lo usa mucho para los fondos. Nunca usa colores saturados.
  2. Manejo de las texturas. Pinta capa tras capa (a modo de collages), brochazos, aerógrafo, etc. Magnífico para trabajar con los niños en clase texturas con distintos materiales.
  3. La mirada, los ojos de los personajes son fundamentales para entender las historias; hay que fijarse mucho.
  4. El humor. Todos sus álbumes tienen un humor sutil, no es un humor de carcajada, no; es un humor que requiere una segunda lectura, que te obliga tras acabar el cuento a volver al principio.
  5. Lector cómplice. Los álbumes de Klassen y Barnett precisan cierta mediación, preparar la atmósfera, el ambiente. Y es que el lector mirando las ilustraciones, sabe lo que no saben los protagonistas del cuento. Esto a las niñas y niños les encanta. Y además, con frecuencia, tienen un final abierto, interpretable. No son álbumes para leer medio dormidos o en un ambiente ruidoso. Requieren concentración y participación.
  6. Imagen estática. No predomina la acción, lo que impera son los diálogos. Y a menudo esos diálogos contradicen lo que dice la imagen, en un juego cómplice, sutil, de dobles sentidos que te atrapa, te implica y te hace sentir partícipe de la historia.

Klassen dice que sus álbumes son destilados, prefiere ir a la esencia, no usar mucho texto. Le gusta crear álbumes que hablen de sentimientos, pero con mucho humor. Todo esto lo fuimos comentando a la par que leíamos en voz alta y mostrábamos los álbumes citados. Nos encantan los libros de esta pareja y nos atrevemos a vaticinar que este ilustrador (y quizá también Mac Barnett) será muy pronto premio Andersen. ¡Así de chulas somos!