Hoy os traemos un álbum que nos ha emocionado especialmente y que está protagonizado por la señora Tejón. Todos los domingos, la señora Tejón sube hasta la cima de la montaña Pan de azúcar, desde la que disfruta de unas vistas maravillosas. Por el camino se toma su tiempo para observar todo lo que le rodea, recolectar pequeños tesoros, hablar con sus amigos y ayudar en lo que pueda a los que lo necesitan.
El camino de la montaña es una historia llena de significados, sensibilidad y poesía. Un álbum alegre y profundo que nos habla de la fuerza que tiene en nosotros la educación y la transmisión de saberes y conductas. También es un canto a la naturaleza y a lo sencillo. La autora dice que este trabajo es muy personal. Creó este álbum en memoria de su abuela porque estuvo muy presente en su infancia y en muchos momentos importantes de su vida.
Es un libro sobre relaciones intergeneracionales, el paso del conocimiento, el intercambio de uno mismo a través de las generaciones.
El poco texto que tiene está muy medido y va a lo esencial, invitando a la contemplación de las ilustraciones. Un libro para saborear primero con los ojos. Las ilustraciones son delicadas y claramente perfiladas; los colores suaves, combinando lápices de colores con acuarelas. Llena de pequeños detalles: la pequeña mariquita en una rama o una hoja ondeando al viento, que ayudan a crear espacios y atmósferas; a pesar de todo, el álbum es limpio y trasmite sosiego. A la par que la señora Tejón, el lector también disfruta de esas vistas maravillosas.
Marianne Dubuc es una joven canadiense que ya tiene publicados bastantes álbumes, algunos de ellos para muy pequeños. Se dio a conocer en todo el mundo con su pequeño Delante de mi casa. Y con El león y el pájaro demostró su capacidad para hacer reflexionar a los lectores con argumentos muy sencillos. El camino de la montaña nos ha hecho rememorar El viento en los sauces.