
Carmen Saéz leyendo en voz alta El camino de Delibes. Lo que véis detrás es un nuevo punto de lectura, La Rosaleda, que el alcalde de Logroño inauguró el viernes 23 de abril. En pleno centro de Logroño, El Espolón. Un nuevo espacio cultural en el que habrá prensa y cuentos, muchos cuentos.
Esta semana hemos participado en la lectura en voz alta con motivo del día del libro de El camino de Delibes. El acto estaba organizado por la Biblioteca Municipal Rafael Azcona. Y nos ha dado por pensar para qué sirve un acto de este tipo.
- La obra leída ya no se olvida, de alguna manera queda en tu memoria. Si ya la conoces la rememoras, si no la conoces, quizá te animes a leer la obra completa.
- Si el texto tiene escenas divertidas (en el caso de El camino es así) se comparten risas. Escuchas a los demás reir a la vez que tú y la lectura entonces pasa a ser un acto compartido, un acto social.
- Se oyen voces muy distintas, formas de leer diferentes, acentos nuevos.
- Da visibilidad al hecho de leer, lo engrandece, lo pone en valor. Si hay ahí personas leyendo y escuchando, eso que hacen, debe ser importante porque lo hacen en público. Casi como cuando vamos a un concierto.
Nos parece entonces una actividad sencilla y fácil de organizar para una escuela o un instituto. Eligiendo bien lo que se va a leer, por ejemplo en un instituto nos contaron que habían leído relatos breves. ¿Os imagináis por ejemplo a niñas y niños de 3º y 4º leyendo en voz alta El oso que no lo era o a los de 5º y 6º leyendo El pequeño Nicolás?
Nos ha gustado también que el día del libro se celebre no solo vendiendo libros, también las Bibliotecas pueden organizar actos complementarios y engrandecer así la fiesta. Pues todo esto nos ha dado por pensar, seguro que a alguien se le ocurren más aspectos en los que nosotras no hemos caído. Esperamos sugerencias.