Leer en voz alta a tu abuela por teléfono

Son las 6:30 p.m. Corro para alcanzar mi teléfono antes de bañar a los niños. Es que desde el comienzo del encierro, adopto una nueva rutina diaria: la de telefonear a mi abuela. Mi abuela cumplirá 84 años en septiembre. Vive sola en un apartamento desde la muerte de mi abuelo. Normalmente sale a caminar, hacer sus compras, pasear por la biblioteca y el parque, pero desde hace algunas semanas, está confinada en su pequeño apartamento.

Cuanto más pasan las semanas, más frágil la siento. A veces incluso esquivo la famosa pregunta: ¿Cómo estás, abuela? Porque sé la respuesta. Sé que no le va muy bien. Reconozco los signos. Así que intento alegrar su día contándole cosas de los niños. Escucho sus preocupaciones, la tranquilizo. Recientemente, ella me ha dicho que lo que la hacía más feliz era simplemente estar con nosotros, virtualmente, durante la llamada diaria. Por ejemplo, la llamo cuando hago la cena, le muestro lo que tengo  en mi sartén y ella comenta mi receta. La llamo cuando le doy un nuevo alimento a mi hija de 5 meses para que pueda compartir con nosotros su reacción. Y estas pequeñas cosas de la vida cotidiana me dieron otra idea: ¿Por qué mi niño de 6 años no lo llama para leerle algo?

Leerle a alguien es una de las primeras alegrías de la lectura. Es muy agradable leerle a otra persona y hacernos volver a leer, compartir nuestras emociones, reaccionar juntos. Es un momento de increíble poder, la lectura para dos. Un acto que nos une. Creo en ello más que nunca.

Entonces pensé que si todos los nietos llamaran a sus abuelos o bisabuelos para compartir una lectura con ellos, podríamos crear hermosos momentos naturales de cercanía, incluso intimidad desde la distancia. Es la belleza de la lectura. Puede viajar, moverse, ser libre y resonar con nosotros, sin importar en qué parte del mundo nos encontremos. Así que humildemente comparto con ustedes este vídeo para alentar a los niños a unirse a los miembros de su familia y brindarles un poco de consuelo leyendo, simplemente.

Traducción libre del texto recogido en este blog que seguimos habitualmente. J’enseigne litterature jeneusse.

Hablar de justicia social con los peques

Álbumes ilustrados que abordan temas como la autoridad, las clases sociales, la injusticia, el reparto de tareas, la pobreza, la riqueza, etc. ¡Búscalos en la biblioteca cuando abran!

Estos días han surgido diversos debates sobre la pandemia y hay quien afirma que afecta igual a todo el mundo y no es verdad. ¿Es lo mismo estar metido durante semanas en una casa de 45 metros que hacerlo en un cómodo unifamiliar o en un piso de 150 metros? ¿Es igual disponer de una amplia terraza que vivir en un piso interior? ¿Y cómo lo viven los que no tienen casa?

Es una buena oportunidad para hablar con nuestras criaturas de estos asuntos, sin dramatismos, pero es importante reflexionar juntos. ¿Nosotros somos pobres o ricos? ¿Qué es la caridad? ¿Y la justicia social? ¿Por qué hay clases sociales? ¿Qué es eso de la brecha digital? ¿Hay que obedecer siempre? ¿Los adultos siempre tienen razón? ¿Los que están en la cárcel son malos? ¿Por qué muchos son pobres?

No es necesario llegar a ninguna conclusión, solo ser sinceros y dar argumentos. Si como aseguran algunos saldremos de esta crisis del coronavirus cambiados, mejores personas, empecemos por leer con nuestras criaturas alguno de estos álbumes que cuestionan este mundo globalizado y consumista en el que vivimos. ¿Se os ocurre algún otro título que podamos añadir? ¡Cuidaos!

Tomasa haciendo torrijas

Así de ricas nos han quedado las torrijas. Logroño, 10-05-2020

Hemos pasado la mañana leyendo de una panzada esta novela que nos ha cautivado, ágil, rápida, una vez la empiezas no puedes soltarla. Hemos leído Las lealtades con lápiz y papel porque desde el principio nos ha parecido que podía ser un 20.  En apenas 200 páginas, Delphine de Vigan nos cuenta a cuatro voces la historia de Theo, un chaval de 12 años, que llega al instituto y se hace amigo de Mathis. Y no contamos más porque lo meteremos de candidato en unos días y queremos dejaros con las ganas. Eso sí, Delphine de Vigan es superventas en Francia.

Esta tarde nos hemos puesto a hacer torrijas y no es por presumir pero nos han quedado riquísimas. Estamos seguras de que también habéis hecho torrijas pero… ¿qué estáis leyendo estos días de confinamiento?

Roke presenta un 20 desde su casa

Este niño se llama Roke y se había comprometido a presentar El primer caso en la gala de los 20. Pero claro, como hemos suspendido la gala por el coronavirus, pues no ha podido ser. Hoy hemos recibido con sorpresa este vídeo y un mensaje de su madre, Reyes.

El libro lo hemos leído entre los dos. Por la mañana Roque me leía un trozo, por la noche le leía yo. Nos ha gustado a los dos. Nos ha hecho reír y nos gusta imaginar, igual que al inspector Gordon, un mundo sin crimen y sin castigo. Roke lleva tiempo diciendo que quiere ser youtuber y a mí me pareció que esta era una buena ocasión para iniciarse.

Nos ha dejado sin palabras, lo que más nos gusta es lo de que no quiere hacer espoiler. Muchas gracias Roke y Reyes por vuestra aportación. Y como somos unas envidiosas, ahora todas queremos ser youtubers. Ya nos estamos imaginando una gala digital. ¿Quién se anima? Os recordamos los 20 por si acaso.

¿Te animas a presentar un 20 desde tu casa? Subes el vídeo a Youtube y te enlazamos.

Tomasa en pijama

El próximo sábado 4 de abril teníamos previsto celebrar la VII Gala de los 20. Ese día tiramos la casa por la ventana, cada persona presenta uno de los 20 cuentos 20 y votamos para premiar a la que mejor lo hace, la más divertida, etc. Y por supuesto, comemos pastitas y lo pasamos de rechupete. La gala es el broche que cierra el curso, la única sesión a la que asisten niñas y niños, familiares, amigos, etc.

Pero como ahora estamos todos confinados en casa, en pijama, por culpa del coronavirus, pues no habrá gala. Revisando con nostalgia las galas anteriores nos hemos encontrado con esta joyita. Sucedió el curso pasado, algunos libros los presentaron niñas y niños de nuestros clubes de lectura. Pues bien, aquí tenéis a Carmen que presentó un libro sobre los miedos. Nos ha parecido un tanto profético al verlo ahora con los ojos de esta pandemia. ¡Bendita inocencia!

Pero nosotras no perdemos la ilusión y estamos aprovechando para formarnos en este tiempo de confinamiento. Os animamos a aprender con Sara Iglesias y Teresa Corchete (de la Fundación GSR) cómo contar cuentos, acaban de poner en abierto uno de sus cursos, diez magníficos vídeos. Por cierto, os recomendamos también la página de Escuela cursiva que este fin de semana ofrece lo que han llamado un Festival de aprendizaje, sesiones gratuitas en directo (Instagram) sobre temas literarios. Y para ver con los más pequeños nada como el gran Carles García (Zarándula) que cuenta cuentos desde la web de El balcón de Mateo¿Qué os parece el pijama que ha estrenado Tomasa? ¡Cuidaros y cuidad!