Sábado 7 de mayo en el Ateneo riojano a las 11.00 horas presentaremos la exposición: Política yÁlbum ilustrado y más… En la imagen una pequeña muestra. ¡Entrada libre!
Este próximo sábado 7 de mayo tendremos la última sesión de este curso de nuestro club de lectura Todo el mundo va. Será una sesión especial porque expondremos una selección de libros sobre política. La hemos titulado Política y Álbum ilustrado y más… Y ese más es porque hemos incluido también cómics, novela, ensayo, poesía, etc. Hemos elegido libros que nos parecen interesantes para trabajar en la escuela o el instituto y por supuesto también en casa.
Nos centraremos especialmente en dos porque disponemos de lotes cedidos por la Biblioteca Rafael Azcona. Leeremos en voz alta en la propia sesión Hay clases sociales (Equipo Plantel. Media Vaca). Nos plantearemos cómo llevar este lote a la escuela, ¿en qué contexto y cómo trabajarlo y sacarle partido con niñas y niños?
También comentaremos Los mumin en La Riviera (Tove Jansson. Coobooks). Un cómic que nos permite hablar del valor del dinero, del lujo, etc. con cierto sentido del humor pero no por ello deja de reflejar el aspecto mercantilista de nuestra sociedad.
Nos parece importante hablar con niñas y niños de temas como el capitalismo, las diferencias sociales, el clasismo, racismo, la dictadura, la guerra, el consumo exacerbado, etc. Y para ello hay con contar con materiales que sirvan de acicate. Son temas que procuramos evitar (para no causarles preocupación) y que sin embargo les interesan mucho. ¿Cómo si no van a ir construyendo su propio criterio? Con esta sesión nos despediremos hasta el mes de octubre. De hecho entregaremos ya una avance de la programación de octubre a diciembre. ¡Os esperamos a las 11.00 en el Ateneo riojano! ¡Entrada libre!
Esta conejita llevaba muchos años agotada en España y ahora de la mano de Cocobooks vuelve a estar en todas las librerías, preparada para que madres y padres de niñas y niños de cero a 6 años se la lleven a casa y la lean y miren una y mil veces. ¿Por qué una imagen que tiene 66 años sigue siendo tan actual, tan viva, tan fresca, tan potente? ¿Qué secreto tiene para no envejecer? Pues porque es… ¡sencillamente genial!
Se tiende a valorar, al menos en ilustración, lo muy elaborado, detallado, donde se aprecia el trabajo complicado y se pasa por alto la complejidad de la simplificación, todo el trabajo y el talento que hay detrás de estas imágenes tan sencillas. Aunque no lo parezca, Dick Bruna hacía cientos de bocetos antes de llegar a las pocas imágenes que tiene cada libro de Miffy y podía estar meses trabajando en cada uno de ellos. Los cuentos de Miffy representan lo que nosotras tanto valoramos: menos es más.
La conejita Miffy es uno de los personajes más importantes y valorados de la literatura infantil y, muchas veces, ha salido de los libros para apoyar otras actividades. Imagen de la Cruz Roja, UNICEF, en murales de hospitales y consultas pediátricas, en publicaciones especiales para niños con problemas específicos e incluso mascota en el Tour de Francia de 2015. Se siguen haciendo cientos de productos con este personaje y no solo para los más pequeños. Las adolescentes holandesas siguen llevando a Miffy en sus pijamas y en sus carpetas del instituto. En Utrech hay un museo dedicado a este autor y su obra.
El holandés Dick Bruna (Utrech, 1927-2017) tuvo muchos estímulos en su desarrollo artístico. Su padre fue un importante editor, aunque él se inclinó desde muy joven por el diseño gráfico. Parte de su formación la hizo en Paris y Londres y cuando regresó a su país comenzó a diseñar ilustraciones para libros y carteles. Una de sus influencias más importantes fue el De Stijl, un movimiento artístico, primo hermano de la Bauhaus, con el pintor Mondrian y el arquitecto Rietveld como los representantes más conocidos. Dick Bruna adoptó del De Stijl la forma, la economía, la función, el vacío, la frontalidad, el color, etc.
Le gustaba mucho Matisse y se inspiró en él para crear a Miffy. El primer cuento apareció en 1955 y el último en 2011. Todos los libros de la serie tienen unas características comunes y concretas. De pequeño formato cuadrado, 16 x 16 cm. para que el niño lo manipule cómodamente. Las ilustraciones siempre están en la página de la derecha y el texto a la izquierda. Cuatro líneas de texto rimado en cada página. No utiliza letras mayúsculas y la puntuación se reduce a lo imprescindible. La paleta de colores es muy reducida: rojo, azul, amarillo y verde. Pocos colores pero que sirven para contrastar los distintos elementos y que cumplen su sentido narrativo. Colores fáciles de identificar y que significan cosas: cielo, hierba, frío, calor, etc. Dibujo de rotundos contornos negros realizados a pincel. Los fondos siempre son blancos. Los personajes nunca están de perfil, siempre de frente mirando directamente al lector, y ocasionalmente de espaldas. Las ilustraciones no tienen perspectiva, son planas, aunque en ocasiones tienen profundidad. Las historias son sencillas y amables. Pequeñas aventuras en casa o fuera de ella y siempre con finales felices.
Dick Bruna tiene siempre en la cabeza un fin comunicativo que está pensado y trabajado en todos sus aspectos. Quiere reducir todo a lo esencial porque piensa que la falta de detalles le da al niño margen para usar y desarrollar su imaginación. No busca la imagen real, busca el concepto. Y ahí está el éxito, la dificultad y la genialidad de Miffy. Todas las obras de Bruna demuestran que la simplicidad puede ser versátil y no solo retratar una variedad de emociones, sino también el propio sentido del humor del creador. De momento Cocobooks ha rescatado los tres títulos de la imagen de arriba, ojalá siga con el resto.