miffy ha vuelto

IMG_20210907_133326Esta conejita llevaba muchos años agotada en España y ahora de la mano de Cocobooks vuelve a estar en todas las librerías, preparada para que madres y padres de niñas y niños de cero a 6 años se la lleven a casa y la lean y miren una y mil veces. ¿Por qué una imagen que tiene 66 años sigue siendo tan actual, tan viva, tan fresca, tan potente? ¿Qué secreto tiene para no envejecer? Pues porque es… ¡sencillamente genial!

Se tiende a valorar, al menos en ilustración, lo muy elaborado, detallado, donde se aprecia el trabajo complicado y se pasa por alto la complejidad de la simplificación, todo el trabajo y el talento que hay detrás de estas imágenes tan sencillas. Aunque no lo parezca, Dick Bruna hacía cientos de bocetos antes de llegar a las pocas imágenes que tiene cada libro de Miffy y podía estar meses trabajando en cada uno de ellos. Los cuentos de Miffy representan lo que nosotras tanto valoramos: menos es más.

La conejita Miffy es uno de los personajes más importantes y valorados de la literatura infantil y, muchas veces, ha salido de los libros para apoyar otras actividades. Imagen de la Cruz Roja, UNICEF, en murales de hospitales y consultas pediátricas, en publicaciones especiales para niños con problemas específicos e incluso mascota en el Tour de Francia de 2015. Se siguen haciendo cientos de productos con este personaje y no solo para los más pequeños. Las adolescentes holandesas siguen llevando a Miffy en sus pijamas y en sus carpetas del instituto. En Utrech hay un museo dedicado a este autor y su obra.

El holandés Dick Bruna (Utrech, 1927-2017) tuvo muchos estímulos en su desarrollo artístico. Su padre fue un importante editor, aunque él se inclinó desde muy joven por el diseño gráfico. Parte de su formación la hizo en Paris y Londres y cuando regresó a su país comenzó a diseñar ilustraciones para libros y carteles. Una de sus influencias más importantes fue el De Stijl, un movimiento artístico, primo hermano de la Bauhaus, con el pintor Mondrian y el arquitecto Rietveld como los representantes más conocidos. Dick Bruna adoptó del De Stijl la forma, la economía, la función, el vacío, la frontalidad, el color, etc.

Le gustaba mucho Matisse y se inspiró en él para crear a Miffy. El primer cuento apareció en 1955 y el último en 2011. Todos los libros de la serie tienen unas características comunes y concretas. De pequeño formato cuadrado, 16 x 16 cm. para que el niño lo manipule cómodamente. Las ilustraciones siempre están en la página de la derecha y el texto a la izquierda. Cuatro líneas de texto rimado en cada página. No utiliza letras mayúsculas y la puntuación se reduce a lo imprescindible. La paleta de colores es muy reducida: rojo, azul, amarillo y verde. Pocos colores pero que sirven para contrastar los distintos elementos y que cumplen su sentido narrativo. Colores fáciles de identificar y que significan cosas: cielo, hierba, frío, calor, etc. Dibujo de rotundos contornos negros realizados a pincel. Los fondos siempre son blancos. Los personajes nunca están de perfil, siempre de frente mirando directamente al lector, y ocasionalmente de espaldas. Las ilustraciones no tienen perspectiva, son planas, aunque en ocasiones tienen profundidad. Las historias son sencillas y amables. Pequeñas aventuras en casa o fuera de ella y siempre con finales felices.

Dick Bruna tiene siempre en la cabeza un fin comunicativo que está pensado y trabajado en todos sus aspectos. Quiere reducir todo a lo esencial porque piensa que la falta de detalles le da al niño margen para usar y desarrollar su imaginación. No busca la imagen real, busca el concepto. Y ahí está el éxito, la dificultad y la genialidad de Miffy. Todas las obras de Bruna demuestran que la simplicidad puede ser versátil y no solo retratar una variedad de emociones, sino también el propio sentido del humor del creador. De momento Cocobooks ha rescatado los tres títulos de la imagen de arriba, ojalá siga con el resto. 

Que no falte un Sapo en tu casa

Esta serie editada por Ekaré puede encargarse en cualquier librería. ¡Imprescindible en la biblioteca escolar! Desde los tres hasta los 8 años. Si leen uno querrán leerlos todos.

Seguimos con el relato de lo acontecido en nuestra sesión del club de lectura del pasado sábado 16 de enero. El hecho de programar la serie de Sapo tiene que ver con la disponibilidad. Se publican tantos álbumes insulsos que inundan las librerías que los grandes clásicos quedan enterrados. De modo que nos hemos propuesto rescatar esta serie protagonizada por Sapo y sus amigos y animar a familias y maestras a encargarla en la librería. La editorial Ekaré es venezolana pero tiene muy buena distribución en España. Basta con encargárselo a vuestra librería de confianza para que os la consiga. 

Para el cole comprad toda la serie (8 títulos) y en casa solo uno y el resto sacadlos de la Biblioteca. Nuestro preferido es Sapo y la canción del mirlo porque habla del tema de la muerte de una manera maravillosa. A niñas y niños les encanta Sapo enamorado. En el club de lectura Manzanitas votaron y los ganadores fueron: Sapo tiene miedo y luego Sapo y el forastero. Y su personaje favorito es Cochinito. Pero todos tienen su propia anécdota y todos son fantásticos. Ya le dedicamos a Max Velthuijs una entrada monográfica en este blog que os animamos a releer. ¡Vivan los clásicos!

Esta serie editada por Anaya en el año 2.000 está agotada. Buscadla en bibliotecas. (2-6 años)


Sapo y sus amigos

Serie de Sapo editada por Ekaré, para niñas y niños desde los 3 a los 6 años.

Ahora que la chiquillería ya puede salir a la calle nos hemos acordado de estos personajes creados por el holandés Max Velthuijs y editados en español por Ediciones Ekaré. La serie Sapo y sus amigos es un clásico imprescindible que aún no figuraba en nuestros 20 aunque El Dragón Rojo ya fue un 20 en 2017.

Velthuijs tuvo una infancia feliz, llena de vivencias y actividades al aire libre como pescar, patinar, merendar bajo un árbol, etc. Sus padres, muy interesados por la teosofía y el misticismo, soñaban con que sus hijos crecieran en un mundo armonioso y pacífico. El mundo que luego su hijo recreó en la serie de Sapo. Su carrera empezó como diseñador gráfico y de películas de animación. Gran admirador de Janosch (Qué bonito es Panamá) como autor de álbumes infantiles y, del italiano Giorgo Morandi como pintor.

Giorgio Morandi (Bolonia, 1860-1994) está considerado como el mejor pintor italiano del siglo XX.

Siempre tuvo muy presente que sus ilustraciones eran para estar en un libro, no en un  un museo; y quería que entraran en todas las casas ¡Y vaya si lo consiguió! Sapo, Kikker en neerlandés, es el personaje infantil más querido por los niños holandeses. Se creó en 1989 y desde entonces ha traspasado fronteras. En 2004 su autor recibió el Premio Andersen.

  • Doce álbumes

Velthuijs creó doce álbumes. Sapo enamorado, uno de nuestros preferidos; Sapo y el invierno, gráficamente el que más nos gusta, el contraste de los exteriores con los interiores es una maravilla; Sapo y la cancion del mirlo, uno de los mejores álbumes para pequeños sobre la muerte; Sapo tiene miedo, divertidísimo álbum que aborda el tema del miedo; Sapo es Sapo, trata la autoestima; Sapo y el forastero, habla del rechazo al diferente.

  • Los personajes y la amistad

La serie la componen: Sapo, Cochinito, Pata y Liebre. Aunque cada uno tiene su personalidad y sus propias habilidades, están liderados por Sapo, un personaje reflexivo e impulsivo que también comete errores, pero gracias a su inocencia y honestidad consigue sacar lo mejor de los demás. Todos los animales son del mismo tamaño, lo que les permite sentarse juntos y estar a la misma altura. La mesa del comedor es un sitio importante como punto de reunión y debate. Los animales son andróginos. Velthuijs no se complica con relaciones familiares ni jerarquías. Las historias están basadas en la amistad y la comunicación. Es una comunidad basada en el respeto y la igualdad. Disfrutan de la vida y también se enfrentan a los problemas de la vida real: miedo, tristeza, amor, pérdida, etc. A veces surgen los prejuicios cuando aparece un personaje nuevo. Aborda temas difíciles con luminosidad en el color, dibujo amable y claro que dan a las historias orden y armonía.

  • A propósito del dibujo y su uso del color

Velthuijs siempre buscaba que su dibujo fuera narrativo para que llegue con la mayor claridad posible a los niños. Utiliza gouache, resaltando los contornos en objetos y personajes. Aunque el dibujo es muy sencillo, las características y, sobre todo, los sentimientos de cada animal se plasman perfectamente en sus gestos y actitudes. La boca de Sapo es solo una línea, pero una línea que registra cada emoción. Un ejemplo maravilloso de economía gráfica. Hay un patrón en el uso del color que va desde el azul frío y el gris del duro paisaje invernal hasta los cálidos tierras y bermellones. El azul del cielo y el verde de la hierba destacan en muchos de sus álbumes. El paisaje suele ser el telón de fondo de las historias y los árboles son muy importantes en las composiciones. Casi todas las imágenes son de plano general. No hay primeros planos y siempre utiliza perspectivas frontales. Las ilustraciones tienen los elementos necesarios pero cuidando el detalle: una planta dentro de casa, la tetera al fuego, un jarrón con flores, etc. Están enmarcadas o recortadas sobre fondo blanco. El texto está insertado siempre en un espacio generoso. A pesar de utilizar mucho color saturado son álbumes limpios y elegantes. Las guardas son distintas en cada libro de la serie.

  • Huyendo del didactismo, nada de sermones

No son libros didácticos, el autor no persigue advertir ni sermonear al lector, solo muestra cómo es el mundo; y el mundo es un lugar para descubrir cosas, un lugar al que se va con los amigos. Y si surge un problema se resuelve con el diálogo, la negociación y una chispa de humor. Sus álbumes siempre tienen finales felices.

  • A la biblioteca a por ellos

En cuanto abran la biblioteca, a por ellos, sacad más de uno porque lo bonito es que se familiaricen con los personajes. Y el que más les guste, ese que no sueltan, ese se lo encargáis en la librería. En las bibliotecas escolares imprescindibles todos los títulos. El que más gusta a los niños es Sapo enamorado.

Frederick ¡eres un poeta!

El sábado 5 de marzo nos juntamos en el Ateneo 30 personas, echamos en falta a algunos veteranos que esperamos presenten justificante pero en cambio vinieron por primera vez 6 personas y eso nos encanta, el boca a boca no para de funcionar. Empezamos la sesión hablando de Frederick, la obra de Leo Lionni que gustó a todo el mundo sin excepción. 

Leo Lionni (Holanda, 1916-1990)

Kalandraka,  2009 (6-9)

Traducción de Xosé M. González Barreiro

Prepara: María Ramos Corral

Centenario del nacimiento de Leo Lionni “100 YEARS”

Guía didáctica para profesores (en inglés)

Ha estado varios años agotado y en 2009 kalandraka lo ha reeditado, lo encontraréis en las librerías, así que es un buen momento para incorporar esta maravilla a la biblioteca familiar. No os perdáis la página que la editorial Random House le ha dedicado con motivo de su centenario, incluye un vídeo en el que podemos ver y escuchar a Leo trabajando.

Ramos Corral que era la Tomasa encargada de preparar este álbum inició la sesión con una sugerente pregunta:

¿Qué sentimiento os ha producido?

Ternura, es muy poético, parece una fábula.

Está basado en la fábula de La cigarra y la hormiga, Leo Lionni de pequeño tenía un terrario y montaba sus escenarios con sus insectos, etc. No empezó a escribir cuentos para niños hasta que fue abuelo, sin embargo este álbum ha pasado a la historia de la literatura infantil y se ha convertido en un clásico. ¡Hemos encontrado hasta un sello!

¿Qué valores tiene este cuento ?

La importancia que tiene el arte en la vida, el arte no sirve para nada y por eso es tan importante. / El respeto, le dejan ser como es, no le insultan, le respetan y le permiten ser como es. / Me encanta la página en la que se plantean una serie de preguntas, son pura poesía, de esa página se podría hacer otro álbum. / El texto tiene un aspecto de oralidad importante, funciona también de forma autónoma, sin ilustraciones quiero decir. 

Me gusta cómo va evolucionando el personaje, al principio parece un tanto marginado y luego poco a poco va creciendo hasta convertirse en el protagonista. / El final ¡Ya lo sabía! es precioso.

¿Estéticamente qué os parece ?

La cubierta y la contracubierta son de las más bonitas que he visto en mi vida en un álbum ilustrado: es limpia, explicativa, minimalista. Parece hecha ayer mismo a pesar de que el álbum se publicó por primera vez en 1961. ¡Han pasado 50 años!

No solo ha envejecido bien es que ha ganado con el tiempo, seguramente en su momento resultaba demasiado limpia (con tanto blanco) en cambio hoy resulta extraordinariamente fresca.

Un ratón es el protagonista y eso es lo que nos muestra la cubierta y un ratón por detrás es lo que nos ofrece Lionni en la contracubierta. Ni más ni menos!  / Las guardas del libro con letra manuscrita supusieron en su momento una novedad, hasta entonces era un detalle que no se cuidaba especialmente, se elegía un color y punto; hoy en día las buenas editoriales cuidan todos los detalles incluidas las guardas pero entonces no era común.

Me gusta especialmente la caída de ojos de Frederick, es subyugante. / Los dibujos son planos, como escenarios, pero Leo ha conseguido dar personalidad a la imagen de los ratones coloreando con más suavidad las orejas, las patitas y el rabo; en realidad los ratones tienen todo el cuerpo del mismo color pero él lo ha resuelto magistralmente.

También fue el primero en utilizar el collage en un álbum para niños y otros muchos materiales, pajas, espigas, etc. / Se me ocurren muchas cosas para trabajar en plástica haciendo plantillas de los ratones y que luego los niños las monten a su antojo y pinten paisajes, que traigan de casa arroz, lentejas, hojas del parque…

Me gusta mucho que tenga tanto blanco, te deja respirar, imaginar…

A propósito de la traducción: hasta ahora teníamos la traducción de  Ana María Matute pero Kalandraka ha optado por una nueva traducción de Xosé M. González Barreiro.

Estuvimos leyendo las dos versiones y nos pareció que la de Ana María Matute era más fiel al original, más literal y la de González más poética, más sugerente, más libre muy hermosa.

Elena, una de las maestras que viene asiduamente al club y que trabaja en su clase los libros que proponemos nos contó lo sucedido en su clase de 26 niños y niñas de 4 años.

Les leí primero Garbancito y les gustó mucho; al día siguiente les leí Frederick y ellos de forma espontánea empezaron a comentar: A mí me gusta más Garbancito… / De Garbancito me gusta la canción y el pedo… / A mi me gusta más la historia de Frederick y además me gustan más los cuentos de animales y en Garbancito salen animales pero no hablan, por eso me gusta más Frederick.

Frederick era el vago del grupo… / ¡No, no es el vago, es el listo! ¡Ah! es verdad…

Así que hicimos una puesta en común y les pedí:

Que levanten la mano los que les gusten  mucho los dos cuentos: 21

Que levanten la mano los que prefieren Garbancito: 1

Los que prefieren Frederick: 4

Cantamos la canción de Garbancito hasta la saciedad y luego nos pusimos a dibujar, fue una tarde inolvidable.

Elena siempre nos hacer reír con sus anécdotas y nos encanta saber si los álbumes funcionan en clase, así que ¡Muchas gracias Elena! No olvides traer los dibujos a la siguiente sesión para hacerles una foto. Recomendamos también otro libro de Lionni con mucho sentido del humor que nos encanta.

Si todavía queréis saber más cosas de Lionni en esta página de la revista Imaginaria encontraréis más sobre su vida y todas sus obras. Pasamos después a hablar de Lulú, mujer desnuda, pero ésa es otra historia para otro día. ¡Hasta pronto!