Panza de burro

Panza de burro: expresión canaria para denominar al fenómeno meteorológico de acumulación de nubes de baja altura que actúa como pantalla solar, provocando una sensación térmica de refresco, provocado por la acción de los vientos Alisios.

Queremos estrenar el año 2021 recomendando una novela corta, apenas 172 páginas, que nos ha cautivado por su mirada espontánea, inocente y sin pudor. Panza de burro es la primera novela de la jovencísima periodista Andrea Abreu (Tenerife, 1995).

Una niña de diez años (de la que nunca se nos dice el nombre) nos cuenta en primera persona el verano (2001) que pasa junto a su inseparable amiga Isora. Con ella va descubriendo el barrio, la sexualidad, el mundo de los adultos, porque Isora es muy echadita palante, es casi como una vieja.

El espacio, el lugar en el que viven las protagonistas es casi un personaje más, es lo que las determina, las marca. En las faldas del Teide, en Tenerife, en lo alto, en un pueblo empinado, tan vertical que los coches casi se caen pabajo. Y abajo está el mar. Pero ellas al mar, a la playa, no bajan. Eso es para los turistas. 

Una de las cosas más soprendentes de Abreu es el uso que hace del lenguaje. Utiliza el léxico de su pueblo canario, de su abuela, y tal cual lo escribe: vulcán, secsi (sexi), sisá (zig-zag), pepe (coño), estregarse, güevos, etc. Aunque no conozcamos el significado de algunas palabras, se entienden por el contexto. Además sabe buscar belleza en lo grotesco y hasta en lo escatológico.

Cuando llegamos a cas Eufrasia, Isora se puso delante de la puerta y me miró y me dijo toca tú, y toqué yo, y me quité y salió Eufrasia con un delantal de cocina todo manchurriado de sangre. Miniña, ya me llamó Carmitas. Pasen pa dentro, que estaba escuartizando el conejo pa hacer un fisco cena, siéntese ay, miniña, siéntese le dijo a Isora, y la puso en una silla plástica del patio…..

El final, que por supuesto no desvelaremos, es otro de los logros de la novela: rotundo, rápido y lleno de emoción. Tú como lectora te quedas ahí con el aliento contenido y con pena de dejar a esos dos personajes, con pena de no saber más de ellos.

La escritora Sabina Urraca es la editora por un libro, una iniciativa de la editorial sevillana Barrett. Urraca, que fue profesora de Abreu en un taller de escritura, hace una presentación muy elogiosa a modo de prólogo. La edición está cuidada y destaca la portada: original, irreverente y llamativa.

La novela se merece muchos más piropos, pero no os contaremos nada más, leedla. Olvidad todo esto que os estamos contando y leedla sin pretensiones, leed en voz alta alguna de las páginas para disfrutar de su cadencia, de su música. Porque Andrea viene de la oralidad y de la poesía y eso se nota, vaya si se nota. Como dice la editora: Déjense envenenar,misniños. 

Muchas veces nos dicen que elegimos novelas muy tristes. Aquí tenéis una que es deliciosa, original y divertida (tiene toques de humor pero también otros momentos en que se te hace un nudo). Aún estáis a tiempo de pedirla a los Reyes. Por cierto, una productora ya ha comprado los derechos para llevarla al cine. Es un placer estrenar el año con una escritora española, joven y que reinvindica la literatura desde otro lugar, desde un vulcán. ¡Salud para todas y todos! ¡Feliz año lleno de promesas e ilusiones!

Os dejamos con un vídeo en el que Andrea reinvindica el papel de las bibliotecas y eso nos encanta. Y nos encanta también su acento canario. ¡No se la pierdan!

6 criterios para elegir lotes de libros para clubes de lectura infantiles

Libros que nos han funcionado bien en nuestros clubes de lectura. El de Dime de Aidan Chambers es muy útil para mediadores, para aprender a dirigir la conversación en las sesiones.

Recibimos muchas consultas sobre los clubes de lectura para niñas y niños que llevamos años organizando. Que si cómo seleccionamos los libros, cómo estar seguras de que un título va a a funcionar, etc. Os dejamos aquí un pequeño resumen de lo que la experiencia nos ha ido enseñando. ¡Ojalá os sirvan!


  1. Buenos libros: partir de grandes clásicos que nos servirán año tras año. Niñas y niños cambian pero los lotes permanecen. No dejarse llevar por los libros de moda. Un club de lectura ha de aportar algo más que libros que el niño puede leer solo, sin mediación. Por ejemplo Ningún beso para mamá de Tomi Ungerer. Dice la especialista Joëlle Turin que tenemos la responsabilidad de ofrecerles libros de calidad, que los respeten, que eviten explicarles todo literalmente, con dibujos simplones y mensajes positivos explícitos. Las historias que tienen algo de inquietante, no dicho, son especialmente valiosas.

  2. Libros que provoquen diálogo. No todos los buenos libros son útiles en un club de lectura. Hay libros estupendos para leer en soledad, disfrutar, reflexionar, pero sin conflicto que genere diferentes opiniones. Silvestre y la piedra mágica de William Steig plantea un conflicto desde sus primeras páginas y propone a niñas y niños reflexionar sobre los deseos, la ausencia, los afectos, etc.

  3. Mezclar géneros, no solo los álbumes o las novelas sirven para un club de lectura.También los libros informativos, los cómics, dan mucho juego. La cena con la reina, es un cómic soberbio gráficamente y con un tema que no suele abordarse con los niños: las normas de comportamiento en la mesa, los buenos modales, etc. Mi mamá está en América y ha conocido a Buffalo Bill suscita temas de conversación como la muerte, las relaciones familiares, etc. Preguntas como ¿la escuela de tus abuelos era como la tuya ahora? ¿Qué le pasa al padre? ¿Por qué no le dicen la verdad al niño? ¿Qué significa ser el jefe de una empresa?

  4. Varias edades. Es importante seleccionar obras que sirvan para varios tramos de edad. Algunos podemos aprovecharlos con niñas y niños, con adolescentes y con adultos. Por ejemplo el de Arturo y Clementina, para hablar de autoestima, feminismo, etc.

  5. Libros cortos, que puedan abarcarse en una sesión.Y releerse si es necesario en la propia sesión. Por ello los álbumes son estupendos. El álbum ¡Yo primero! tiene muy poco texto pero mucha miga. Propone el tema del egoísmo. Pero no por ello hemos de olvidar libros más largos. Por ejemplo las aventuras de El pequeño Nicolás son estupendas ya que son capítulos cortos y autoconclusivos. Si tenemos mucho interés en una novela larga, optemos por abordar solo un capítulo. El resto de la obra pueden leerla ellos libremente en otro momento. Ana la de Tejas verdes, es una obra en varios volúmenes. Puede leerse un capítulo y el resto leerlos los alumnos en verano, etc. Aidan Chambers considera que un libro largo favorece la conversación entre los niños fuera de los tiempos reglados (el recreo, los pasillos, etc.)

  6. Humor. Tendemos a elegir obras más bien tristes. Y es que es muy difícil dar con libros con chicha y además divertidos. Voy a portarme muy bien, Pippi Calzaslargas, El pequeño Nicolás, son valores seguros con mucho humor.

 Nos parece importante sistematizar este tema porque no basta con tener buena voluntad (hay muchos clubes de lectura conducidos por voluntarios), hay que tratar de formarse e informarse. Y en nuestra opinión es responsabilidad de las bibliotecas organizar sesiones formativas para el personal voluntario. Seguro que lo reciben como un premio. Si se os ocurre algún otro criterio o no compartís alguno de estos escribidnos por favor.
Os dejamos con una conferencia de la mencionada Joëlle Turin, autora del libro de la imagen de arriba Ces livres qui font grandir les enfants.

Cuentos de ratones

Álbumes ilustrados protagonizados por ratones o con mucho papel en la trama.

Este caluroso mes de agosto os animamos a leer cuentos protagonizados por ratones. Hemos seleccionado más de treinta, para todas las edades y de todos los géneros, incluso cómic. Os recomendamos los de Anita y Pepe (imagen de abajo) para niñas y niños entre 9 y 12 años. Y para adolescentes y adultos Maus, el primer cómic ganador de un premio Pulitzer y que se ha convertido ya en un clásico.

Imprime nuestro listado y revisa el catálogo de la biblioteca que tengas a mano y a por ellos. Si descubrís alguno nuevo o que os parece fundamental y, nosotras no lo hemos incluido, escribidnos. La lista nos parece también muy útil para bibliotecas escolares y municipales, para preparar una sencilla exposición ratonil. Seguro que muchos ya figuran en vuestros catálogos. 35cuentosderatones.

Novelas infantiles y cómics protagonizados por ratones. En la lista de arriba tienes las edades aconsejadas. Acude a la biblioteca con el listado y a leer a la fresca a tus chiquillos.

Beatriz en La casa de los ratones

Beatriz Gómez con uno de sus gemelos delante de la auténtica Casa de los ratones en la Biblioteca Pública de Amsterdam. Agosto de 2019.  ¡Gracias por compartir tu experiencia Bea!

Estoy en la Biblioteca Pública de Amsterdam delante de la auténtica Casa de los ratones. La Biblioteca para niños es maravillosa. Es un ambiente amistoso con los bebés. Niños descalzos, peluches, casas, accesibilidad y parece que buenos libros.

Este es el WhatsApp y la foto que desde Amsterdam nos manda Beatriz, maestra, amante de la LIJ y Tomasa. Nos ha hecho mucha ilusión porque el cuento de La casa de los ratones fue un 20 en 2016 y desde entonces se han publicado hasta cuatro títulos y todos estupendos.

En castellano se han publicado ya cuatro títulos de la serie La casa de los ratones. Cada título contiene varias historias cortas, ideales para leer una o dos cada noche.

Os copiamos aquí la crítica que hicimos entonces.

La casa de los ratones es una joya de muchos quilates. La holandesa Karina Schaapman ha invertido unos cuantos años en hacer una gran maqueta, dos metros de ancho por tres de alto, donde recrea todo un universo en miniatura. Una maqueta que es algo más que una casa, es todo un barrio en vertical; con más de cien habitaciones, con sus escaleras, pasillos, puertas, etc. además de talleres, tiendas y exteriores. Cada estancia está amueblada muy confortablemente y tiene todo lo que necesitan sus habitantes que son ratones. Está realizada con papel, cartón, papel maché, telas, lanas, corchos, todo tipo de materiales reciclados.

La maqueta está llena de detalles que dan verosimilitud a la historia, detalles que hacen que los personajes cobren vida y que invita a curiosear cada uno de sus rincones. En algunos de estos detalles hay referentes culturales holandeses (el cacao Droster, el Diario de Ana Frank) pero en realidad esta casa podría estar en cualquier lugar de occidente. Un trabajo totalmente artesanal realizado con mucho gusto, sin caer en la ñoñería ni la horterada y que en pleno auge de la ilustración digital, es una rareza.

El álbum está hecho con excelentes fotografías que tienen tanta importancia como la propia maqueta, realizadas por Ton Bouwer (los dos primeros títulos) y Allard Bovenberg (en los siguientes), con distintos encuadres, en detalle o panorámicos que ponen imagen a las historias. Se ha reservando siempre un espacio en blanco para el texto en la parte inferior de la hoja.

El texto, que acompaña a las fotografías, nos cuenta un montón de historias cotidianas escritas con naturalidad y sencillez, con el lenguaje que emplearía cualquier niño. Sam y Julia, los protagonistas, son dos ratoncitos muy amigos. Julia es hija sola, curiosa, decidida y bastante traviesa; por el contrario Sam tiene una gran familia, es tímido y miedoso. A través de las imágenes asistiremos a un cumpleaños, a la cena del Sabbat en casa de la tía de Sam, o veremos qué pasa si echamos demasiado detergente a la lavadora; podremos saber qué es un colmado o el aspecto que tendremos si nos contagiamos de varicela.

En las primeras guardas vemos la casa de día, en plena actividad y en las guardas que cierra el álbum vemos la casa a oscuras, cuando todos duermen. La autora ha creado un mundo feliz y seguro donde los niños se dedican a jugar y a ser niños. Un álbum con un montón de posibilidades no sólo para los pequeños, gustará mucho a abuelas y abuelos.