Hemos pasado la mañana leyendo de una panzada esta novela que nos ha cautivado, ágil, rápida, una vez la empiezas no puedes soltarla. Hemos leído Las lealtades con lápiz y papel porque desde el principio nos ha parecido que podía ser un 20. En apenas 200 páginas, Delphine de Vigan nos cuenta a cuatro voces la historia de Theo, un chaval de 12 años, que llega al instituto y se hace amigo de Mathis. Y no contamos más porque lo meteremos de candidato en unos días y queremos dejaros con las ganas. Eso sí, Delphine de Vigan es superventas en Francia.
Esta tarde nos hemos puesto a hacer torrijas y no es por presumir pero nos han quedado riquísimas. Estamos seguras de que también habéis hecho torrijas pero… ¿qué estáis leyendo estos días de confinamiento?
El mago de Oz. 🧙♂️👠👠
Pues yo estoy leyendo libros muy dispares. Empecé con una novela de Stefan Zweig, «La piedad peligrosa», un excelente relato sobre la compasión. Seguí con el ensayo de Irene Vallejo, «El infinito en un junco», ¡vaya cómo escribe esta joven zaragozana! Este ensayo me hizo desempolvar «Lisístrata» de Aristófanes y «Arte de amar» de Ovidio. Después, la última novela de Joyce Carol Oates, «Persecución», corta pero intensa, estupenda, como todo lo de esta mujer. De ahí salté a «La desheredada» de Pérez Galdós, la tenía reservada para el verano porque es bastante densa pero, ¡qué mejor momento! además Pérez Galdós es valor seguro. En este momento estoy volviendo a leer «Sapiens» de Yuval Noah Harari que me parece un ensayo imprescindible. De picoteo me he leído la segunda parte de «La esperanza pese a todo», el genial cómic de Emile Bravo y algunos otros álbumes. Todas las lecturas que os digo muy recomendables, pero yo estoy deseando poder ir a triscar al monte ¡Cómo lo echo de menos!