A todo el mundo le había conmovido la voz de Mary, la protagonista de la novela El color de la leche. Seguimos con el relato de lo hablado en la sesión del sábado 9 de noviembre. Unanimidad absoluta en la valoración. Varias personas traían puestos posits en aquellas páginas de las que querían comentar algo.
La historia ambientada en la Inglaterra rural abarca un año, de 1830 a 1831. Arar, sembrar o dar de comer a los animales es su forma de vida, tanto, que hasta está estructurada siguiendo las cuatro estaciones, tan importantes para la agricultura.
… y por la mañana y por la noche se formaban capas de niebla, y eso hacía que las colinas se volvieran suaves y el aire, espeso. / … y Edna llenó la cocina de botes y cacerolas y estuvimos muy ocupadas con las frutas y metiéndolas en los botes. y Harry sacó de la tierra todas las remolachas y las zanahorias y las cebollas y las trajo hasta la puerta trasera. nosotras las pusimos en unas cajas de arena y las dejamos en el cuarto frío, y después pusimos las manzanas en la oscuridad. y él metió todas las patatas en sacos y comprobamos que las bolsas estaban bien cerradas y que no les entraba nada de luz. (Página 91)
Algunas opiniones vertidas en la sesión
A mí me ha cautivado esa voz, esa Mary que nos habla y nos conmueve e incluso por momentos nos hace reír (los tacos que suelta el abuelo, la hostia). Es un personaje muy potente con una voz que se te queda dentro, casi parece que vaya a aparecer en cualquier momento por la puerta para seguir contando las cosas que le han pasado. Nunca pierde la dignidad.
Yo la recomiendo para leer en los institutos, a los adolescentes les encantan los dramas y les atraparía seguro.
A mí me ha recordado historias de mujeres reales, mujeres que se fueron del campo a la ciudad a servir en casas; y sus jefes las violaban o las embarazaban, encuentro que hay mucho de real en esta novela y me ha removido mucho.
Yo escribo y me ha sorprendido esa voz narrativa tan potente y a la vez parece salirle a Nell con tanta facilidad. En los talleres de escritura nos dicen que tenemos que buscar nuestra propia voz, al leer esta novela he comprendido lo que eso significa.
El violento final me parece la respuesta ante tantos abusos, ante la pérdida de la capacidad de elección; esa violencia es el único resquicio de libertad.
La cubierta del libro es del pintor danés Vilhelm Hammershoi (1864-1916) conocido por sus escenas de interior frías, poéticas y su manejo de la luz. Claramente inspirado por Vermeer y a su vez inspirador del americano Edward Hopper. Fantástica la edición de Sexto Piso.
También comentamos que el jueves 21 de noviembre a las 17.30 horas tendremos un encuentro con Nell Leyshon y otros clubes de lectura, ya os contamos que venía al Cuéntalo, y tendremos oportunidad de conocerla y preguntarle todo lo que queramos. Será en la Biblioteca Rafael Azcona de Logroño. ¡Estamos muy ilusionadas! Antes de despedirnos repartimos ejemplares de La niña en llamas.