Una mañana de sábado alegre y festiva celebrando el Día del vecino nos sirvió para dar visibilidad a nuestros cuentos. Fue un gusto desplegar el mantel naranja y nuestros libros preferidos, esos que siempre triunfan en los talleres, pero esta vez en la calle. La mañana estaba soleada y corría un airecito muy agradable.

Una cosa en la que ponemos mucho empeño es en mostrar libros de distintos tamaños, formatos y géneros. ¡No nos gustan las colecciones!
Así de colorida lucía la mesa llena de libros. La gente iba y venía y miraba con curiosidad. Algunos incluso nos preguntaron ¿Cuánto vale este? Y nosotras les explicábamos que no vendíamos nada, que somos una asociación que fomenta la lectura. Que podían elegir un cuento y sentarse en el banco que había detrás. El primero en hacerlo fue Salvador. Por cierto que lo del banco resultó un hallazgo.

Este es Salvador: «Ya me he leído los cuatro del cómic de Ariol. A mí y a mis amigos nos gustan mucho. Mi personaje favorito es Ariol»
Otros nos decían que ya conocían a Tomasa y entraban en el blog de vez en cuando. Luego llegaron Virginia con su hija Lucía y su amiga Vega acompañadas de su perra Quinua. Y ahí están leyendo tranquilamente La casa de Tomasa.

El banco que teníamos detrás de la mesa resultó un hallazgo. Invitamos a la gente a elegir un cuento y sentarse allí a leerlo tranquilamente. Eso hizo Virginia con sus chiquillas y su perra.
Este acto de sacar los libros a la calle, de ver las reacciones de la gente ante nuestra mesa, nos ha hecho reflexionar mucho sobre la necesidad de acercar más los libros a los espacio de ocio, lugares de paso, etc. Porque hay gente que no pisa una Biblioteca pero son potenciales usuarios a los que se puede pescar así en la calle.

Una madre leyendo el cuento de La casa de Tomasa a su pequeña. Pasaron mas de una hora leyendo distintos cuentos. ¡Daba gusto verlas! La madre tan entregada y la niña tan atenta.
Pero en nuestra opinión es imprescindible una buena selección. Una vez más no se trata de sacar los libros a la calle, de sacar por sacar, se trata de mostrar los mejores libros. Partiendo de una buena colección fijaos que fácil resulta que una madre se siente a leer con su hija, así sin más. Es una imagen sobre la que nos parece importante reflexionar.

El alcalde de Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza, con Tomasa en la mano y a su lado Mari Cruz Zurbano y Carmen Sáez. Nos contó que es un gran lector y hasta hace poco participaba en un club de lectura en la escuela de sus hijos.
Y como era el día del vecino pues el alcalde se paseó por todas las casetas y también por la nuestra claro. Nos confesó que es un gran lector y que tiene mucho interés en fomentar la lectura en Logroño y promover los clubes de lectura. Así que nos quedamos tan contentas y esperamos futuras colaboraciones.

Julia había salido a pasear a Cocó y se encontró por sorpresa con nuestra mesa. Pinchando en la imagen veréis al fondo el edificio del Ayuntamiento de Logroño.
Y también contamos un par de cuentos aunque había mucha algarabía, música, gigantes y cabezudos, etc. Pero nosotras contra viento y marea contamos tres cuentos , eso sí, bien cortos, no resultaba fácil mantener la atención de los chiquillos.
Antes de recoger nos comimos un bocata de salchichón recién asado a la parrilla que estaba riquísimo con un vinito riojano que preludiaba las cercanas fiestas de San Mateo. ¡Una hermosa mañana!