
Durante el mes de julio hemos estado leyendo esta obra conocida como la Trilogía del muchacho. Novela ambientada en la Islandia del siglo XIX. De estructura lineal, conviene empezar por el volumen 1. Nos ha cautivado por el lenguaje poético y sus poderosas imágenes.
De nieve, mucha nieve, del mar, el viento, la muerte, la pesca, el bacalo, de todo ello habla esta trilogía que te transporta a la Islandia del siglo XIX; un país duro, bello y muy peligroso. Nos cuenta lo que significa sobrevivir en Islandia, la lucha del ser humano en su día a día, cómo ha de enfrentase a una naturaleza extrema.También refleja lo que significa ser mujer en un mundo de hombres, las injusticias que las mujeres sufren.
El muchacho (no tiene nombre) es el hilo conductor de la historia, el protagonista, pero crece gracias a unos secundarios impresionantes: Jens (el cartero), Geirprudur (la mujer que protege al muchacho), etc. Y todo esto lo cuenta con un lenguaje poético, las palabras parecen fluir con una musicalidad natural; y te preguntas cómo se puede escribir tan bien sin resultar repetitivo, ni cargante, ni artificial. Asegura Jón Kalman Stefánsson, que la historia en sí no es lo importante, que lo importante son los detalles, los pequeños elementos, las palabras.
Nos os perdáis esta entrevista del programa de televisión Página Dos, se desplazaron hasta la capital Reikiavik. Ahí escuchamos que en Islandia el deporte nacional es leer y hay muchos escritores y la literatura es muy importante y el idioma; si no habláramos islandés no seríamos una nación, quizá por eso la literatura es aquí tan importante, dice Kalman.
La trilogía del muchacho ha sido una de mis lecturas de este verano. Bajo el ventilador, a pesar de el ambiente extremadamente frío que tan bien transmite la novela. El primer libro (Entre cielo y tierra) me gustó mucho y el segundo (La tristeza de los ángeles) me enamoró, así que empecé el último (El corazón del hombre) con auténticas ganas; y en este final de la trilogía, es precisamente, donde se rompe la magia de la historia. Me costó mucho leerlo porque ya no me interesaba, me resultaba repetitivo, forzado, con un final que te hace cerrar el libro con auténtica decepción. La última parte de la obra, simplemente, me sobra. El viaje del muchacho me parece la historia central y verdaderamente interesante, y con eso me quedo.
A pesar de todo, recomendable por su valor literario: lenguaje lleno de poesía, maravillosas descripciones que te envuelven, personajes llenos de fuerza.
No es una obra que se lea de un tirón. Necesita tiempo, sosiego, paciencia y pocas interrupciones. Para lectores con recorrido. Los amantes de las lecturas ligeras, seguramente no podrán con ella.
Si alguien ha leído la «Trilogia del muchacho» que nos de su opinión. Sería estupendo conocer otros puntos de vista.
Por estas razones que explica Mari Cruz finalmente no lo hemos metido como Candidato a 20 cuentos 20.