El sábado 13 de abril amaneció una mañana espléndida y nos juntamos en El Ateneo 18 personas; empezamos contando el cuento de Isol, Tener un patito es útil, porque acaba de recibir el premio ALMA; y sin más premura pasamos a hablar del cuento de Corentin: El ogro, el lobo, la niña y el pastel.
Aunque no es de reciente publicación, lo hemos programado porque este año 2013 se celebra El año Corentin. Y nos ha parecido una buena razón para rescatar su obra, no suficientemente conocida en España.
Recomendamos buscar más obras de Corentin (París, 1936) en la Biblioteca porque todas tienen mucho sentido del humor, son disparatadas y divertidas.
A todo el mundo le había gustado mucho el álbum, por simpático y gamberro.
Me ha encantado ese doble final, con más de una posible interpretación.
El personaje preferido de mi hija de 4 años es el pastel.
Lo hemos leído como cinco veces y cada vez descubríamos algo diferente.
Es como los acertijos populares, pensamiento lateral.
De formato apaisado, horizontal porque la historia así lo requiere, y con una maquetación muy inteligente. Uno de los atractivos del cuento es el uso de la media hoja. La doble página del fondo cambia según la media hoja esté a la derecha o a la izquierda, consiguiendo dar movimiento a las idas y venidas de la barca.
Además, las imágenes cuentan una segunda historia que no cuenta el texto. Y el escenario del cuento, siempre el mismo, como si hubieran colocado una cámara fija y simplemente grabaran la acción que tanscurre en un único plano.
Tonos suaves que aportan calma y sosiego a esta historia tan peligrosa y movidita. Los personajes caricaturescos y de aspecto estrafalario dan el toque humorístico al álbum.
Hemos descubierto un dato curioso, su verdadero nombre es Philippe Le Saux y su hermano Alain Le Saux es también ilustrador.
¿Y qué ha ilustrado? Pues nada menos que esa caja de papá que tanto nos gusta y recomendamos especialmente para regalar el día del padre.
¡Vaya par de hermanos, cuando se junten tienen que ser la monda!
El propio Philippe (en una traducción libre) dice:
Trato de hacer que los niños se rían, eso es todo. En lugar de leerles libros cursis para que se queden dormidos por la noche lo que hay que hacer es hacerles cosquillas: que se rían; eso quiero con mis cuentos, que sean como cosquillas.
Y aquí un vídeo que hemos encontrado jugando a resolver el acertijo.

En otra sala del Ateneo el club «Todo le mundo juega» celebró su segunda sesión también a las 11 horas del sábado 13 de abril 2013. ¡Qué jugones y qué guapos!
Y con esto y un bizcocho nos vamos a dormir no sin antes leer un cuento y hacernos cosquillas. ¡Ojo con las escaleras!
La verdad es que los libros de Corentin no tienen desperdicio. Fulanito de Tal es auténtico. Bueno la verdad es que todos los que aquí se presentan.