- Sábado 9 de diciembre de 2011, 10 de la mañana. Ayuntamiento de Logroño.
- Juan Amodia en un momento de su intervención; a su lado Aitor Henández (Club de lectura Café con cuentos) que estaba sentado cándidamente entre el público y contestó a una pregunta de las muchas que fue formulando Juan.
Doscientas treinta personas respondieron a la cita que les propuso FAPA-RIOJA con el profesor e investigador de la Universidad de Cantabria Juan Amodia.
Con el título Motivados para aprender, motivados para enseñar, fue mostrando de forma poco ortodoxa, con ejemplos, cómo aprende nuestro cerebro, cómo hemos de ordenar y grabar la información para que permanezca, para que no se vaya después de cada examen.
Para los que no pudisteis acudir os resumimos las ideas principales aunque es difícil transcribir con palabras lo que allí vimos y escuchamos porque no es lo mismo contarlo que verlo «in situ».
1. Aprendamos «en directo» no con sucedáneos.
Las nuevas tecnologías son estupendas pero no hay nada como el directo: mejor escuchar la novena sinfonía de Beethoven en directo que en un disco, mejor en un cd original que en una copia, etc.
El profesor ha de enseñar no solo con su voz, también con su cuerpo, con sus manos, moverse por la clase, no estar allí como una escultura.
No es lo mismo tener a una persona presencialmente que en videoconferencia; mejor sin micrófono, cuantas menos interferencias mejor.
El profesor que transmite bien ahorra tiempo de estudio al alumno, el chaval sale de clase con cosas aprendidas, se las lleva puestas, el take away.
2. Coloquemos perchas en nuestro cerebro, puntos de referencia, fechas clave que nos sirvan de pauta, de guía, a partir de las cuales podamos ir organizando otras fechas nuevas que aprendamos.
476 Caída del Imperio Romano
1492 Descubrimiento de América
1789 Revolución francesa
A partir de estas tres fechas clave grabemos en nuestro cerebro otras fechas que queramos aprender tomando éstas como referencia. Por ejemplo ¿Napoleón? ¿Dónde lo colocamos?
Es ridículo pensar que para aprender nuevas fechas hay que olvidar otras porque si no no caben, lo que hay que hacer es ordenarlas bien en el cerebro. Porque para encontrar las cosas las tengo que tener bien ordenaditas; el problema suele ser que metemos todo revuelto y luego claro no encontramos nada.
Pero si lo ordenamos nuestro cerebro es un Ferrari, todos tenemos un Ferrari ¡No pisemos el freno! Tenemos millones de neuronas y son rápidas para las cosas que de verdad nos interesan, tienen una capacidad infinita, aprendamos todo lo que podamos. TODO DE TODO.
No nos pongamos límites. ¡Que si no tengo tiempo! ¡Que si a mi edad!
3. Hay que enseñar desde las emociones y no asignaturizar todo.
El profesor ha de dejarse la piel en clase, transmitir pasión, provocar preguntas; el maestro ha de entrar en clase con actitud de aprender, de aprender de cada uno de sus alumnos porque todos traen cosas de casa, todos aportan. El profesor no enseña y el alumno aprende, todos aprenden y todos pueden enseñar algo.
Una madre y un padre pueden enseñar a su hijo los nombres de los árboles, de las calles, de los ríos. Lo que de verdad grabamos en el cerebro es lo que nos produce placer, lo que nos gusta, lo que nos emociona. Pues llevemos a clase esa emoción para poder transmitirla.
La historia no es una asignatura, son trozos de vida de la gente, contemos lo que pasó y el porqué. ¿A qué huele la guerra? ¿Qué armas usaban?
4. No le pidas a tu hijo que aprenda inglés ¡estudia tú inglés!
Pero aprende un inglés útil, vete a un sitio en el que se hable inglés y escucha y habla y enreda. Aunque creas que no te enteras, tu Ferrari está grabando y poco a poco empezarás a entender el inglés.
Muchas cosas interesantes están escritas en inglés ¡Hay que saber inglés!
5. Salir de tu entorno, de tu burbuja, para aprender más.
Cambiar de pueblo, de ciudad, viaja todo lo que puedas.
6. Seamos buenos pronosticadores.
¿Cuánto pesará ese paquete? ¿Qué pasará si tiro esto contra la pared, rebotará, se quedará pegado? Si se queda pegado y luego se desliza… ¿a qué altura de la pared se desprenderá hacia el suelo?
La capacidad de predecir, la diferencia entre el acierto y el error a veces es muy sútil. Si experimentamos, si enredamos, si jugamos, aprendemos.
7. La sociedad necesita personas creativas.
Capaces de encontrar nuevas utilidades a las mismas cosas o crear otras nuevas o con otro lenguaje, etc. ¿Para cuantas cosas se te ocurre que sirve un clip?
8. Necesitamos personas que sepan trabajar en equipo, una persona sola está perdida, no podrá hacer gran cosa; para crear hay que saber trabajar en grupo.
Entre vairas personas encontramos muchas más utilidades a un simple clip. ¿Sabes que con un clip puede abrirse una cerradura? ¿Has probado a estirarlo, doblarlo, etc.?
9. Es importante que nuestro hijo lea la lección por adelantado; la lección que explicará el profesor al día siguiente, su Ferrari (su cerebro) empieza ya a procesar y asimilará mejor lo que le expliquen, le surgirán dudas, etc.
Y siempre repasar, cada día un poquito para que no sea arena que se lleva el viento, hay que reforzar lo aprendido, asentarlo.
10. Cuando le tomes la lección a tu hijo empieza leyendo el título de ese tema, a veces olvidamos lo obvio ¿Qué estamos estudiando? ¿Cómo se titula esta lección?
11. No opines de lo que no sabes, no te importe decir que no tienes ni idea de algo.
El ejemplo es lo que mejor funciona, si nuestros hijos nos ven interesados en muchas cosas, curiosos, deseando de aprender, de escuchar a otros, ellos también lo harán.
Y a la una de la tarde nos despedimos y nos marchamos todos con muchas ganas de aprender, de enseñar, de viajar, de gozar y de aprender inglés…
Para ir ensayando nos fuimos con Juan a la calle Laurel, eso sí, caminando porque el Ferrari lo llevamos en la cabeza.
Podéis leer también la entrevista que le hizo El Correo a Juan Amodia y que salió publicada al día siguiente domingo.
Me ha quedado muy claro… creo que voy por el buen camino, espero no torcerme,jajajaja
Acabo de descubrir que mi ferrari es rojo, cómo mola!!!!!